El 16 de noviembre de 2010, en Nairobi (Kenya), la Unesco aprobó la inclusión de los ‘castells’ a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI). Los ‘castells’ conseguían así el máximo reconocimiento institucional al que podían aspirar a nivel internacional. Según la Unesco, los ‘castells’ “son reconocidos por los catalanes como una parte integral de su identidad cultural, transmitida de generación en generación proporcionando a los miembros de la comunidad un sentido de continuidad, cohesión social y solidaridad".
Con la Convención del PCI (2003), la Unesco pretende poner en valor elementos culturales como los rituales, las fiestas o los conocimientos tradicionales, que durante mucho tiempo han sido considerados como cultura de segunda clase. La Unesco remarca que este patrimonio es igualmente fundamental para las comunidades que participan y se sienten reconocidas.
La inclusión de un elemento en la Lista Representativa implica, por parte de las administraciones, la responsabilidad de velar por su salvaguarda, es decir, de trabajar para mantener las condiciones que hacen viable la continuidad de ese elemento. El Concurs de Castells y la Biennal de Castells son, en este sentido, herramientas importantes para garantizar su salvaguarda.
En Tarragona también están presentes otros elementos que han sido incluidos en la Lista Representativa del PCI de la Unesco -como la dieta mediterránea, el flamenco, el arte de las construcciones de piedra seca o el canto de la Sibila- pero sin duda lo más identificado con la ciudad son los ‘castells’. Además, el conjunto arqueológico de Tarraco forma parte de la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco, por lo que en Tarragona conviven patrimonio material e inmaterial reconocidos por la Unesco en un mismo espacio urbano.