El Concurs de Castells de Tarragona, que se celebra el primer fin de semana de octubre, cada dos años, en la Tarraco Arena Plaza (TAP) de la ciudad, es una actuación ‘castellera’ única y singular desde muchos puntos de vista.
En primer lugar, se trata de la única fiesta ‘castellera’ que tiene un formato explícitamente competitivo, es decir, que se rige por un reglamento escrito y con una puntuación, un jurado que decide los casos dudosos y una clasificación final. Los grupos participantes disponen de hasta cinco rondas para tratar de levantar sus estructuras; los tres mejores ‘castells’ (torres humanas) logrados determinan la puntuación de cada grupo y, por tanto, su puesto en la clasificación final.
Además, el Concurs de Castells también destaca por el volumen de grupos participantes: un total de 30 grupos actúan en la TAP entre la jornada del sábado por la tarde (dieciocho grupos) y el domingo por la mañana (las doce mejores). Hay que sumar la jornada que se celebra el domingo anterior en Torredembarra, donde participan una docena de grupos más. Por tanto, en total son 42 las ‘colles’ (grupos) que participan del certamen, invitadas en base a una clasificación (el Ranking Estrella) según los logros del año anterior.
Por último, el Concurs de Castells también es una actuación extraordinaria en cuanto a la expectación que despierta entre los aficionados (las entradas para verlo en directo en la TAP se agotan al poco tiempo de ponerse a la venta) y la repercusión mediática, con un interés creciente por parte de medios de comunicación internacionales, atraídos por la espectacularidad del evento.
Pero, al mismo tiempo, el Concurs de Castells es ya una de las citas más tradicionales del calendario ‘casteller’. El primer concurso en la plaza de toros de Tarragona (la actual TAP) se celebró en 1932, y la cita bienal en este espacio se ha mantenido ininterrumpidamente desde 1970 (aunque durante años no tuviera formato de concurso).
Por todos estos motivos, se puede afirmar que el Concurs de Castells es el mayor espectáculo ‘casteller’ del mundo. En este sentido, la voluntad del Ayuntamiento de Tarragona, organizador del Concurs de Castells, es que éste se convierta en una gran fiesta para todo el colectivo ‘casteller’ y al mismo tiempo que sea un escaparate y dinamizador de esta manifestación incluida por la Unesco en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial.